domingo, 29 de mayo de 2011

Sólo por mi

Siempre quise que me amasen, y nunca me he sentido suficientemente amada.
Es muy posible que tenga un concepto del amor excesivamente romántico y novelesco. Es muy probable que espere que la entrega, la pasión, sean tan vehementes como lo son en ocasiones mis palabras. Siempre espero lo que doy, al menos eso, de vuelta. Quiero recibir, y puede que no sea tan generosa como me pienso. Hace unos días, alguien que antes estaba en mi vida aunque de una manera un tanto... especial, se lamentaba porque mi corazón hubiese cambiado de dueño. Ganas me dieron de decirle que él lo tuvo durante años, sí, años, en sus manos. Y siempre me pareció que no sabía muy bien que hacer con él, que lo mismo podía colocarlo entre las cosas importantes, como en el montón de trastos inservibles. A mi manera te amo, eso me dijo. Debí decirle que quizá pudo intentarlo al menos una vez, hacerlo a la mía. No le confirmé el traspaso del alquiler de mi corazón, sí, es sólo alquilado, nadie parece querer comprarlo para siempre. Según él, supo oír en mis silencios antes, ahora con callar debería ser bastante. En esta espera impaciente en la que me encuentro, hoy, siento el amor llenándome el corazon, sí, y nadie parece que vaya a venir a vaciarlo un poco. Y cuando eso me sucede, lloro, por eso, por todo, por hoy, por ayer, o por el año pasado. Me meto en la ducha y lloro bajo el agua, así cuando salga el culpable de mis ojos rojos será el champú.
En algunos momentos me parece que no es un esfuerzo estar sin ti, esperar sin saber hasta cuando, y en otros.... creo que no aguanto ni cinco minutos más sin verte. Y lloro, porque sé que me amas, pero una vez más... no es suficiente. Porque no acortarás la distancia que nos separa, ni el tiempo que habré de esperar, no, no harás eso... sólo por mi.

viernes, 27 de mayo de 2011

.....

-¿Me entiendes verdad?
- ¿Y tú a mi?
- Perfectamente, sé que no tienes tiempo y sé lo ocupado que estás pero...
- ¡Ahora no puedo preocuparme también de ti!
- Tranquilo, estoy bien, es sólo que te echo de menos. Gracias por llamar.
- No me des las gracias, estaba deseando oírte.




martes, 24 de mayo de 2011

Impaciente.

Mi cabeza es un torbellino de pensamientos.
En mi corazón se ha desatado una tormenta de sentimientos encontrados que provocan una inundación de lágrimas que no puedo siquiera derramar, hago un esfuerzo continuo por tragarlas, saladas y amargas.
No puedo más, no puedo seguir escribiéndole cada día, contándole cada pequeño detalle de mi vida, cada sensación, cada recuerdo, cada estremecimiento, no puedo. Ni siquiera sé si lo lee, para qué, por qué seguir. Quizá esté equivocada, quizá si que piensa en mi. Le pedí una sola cosa. Sé que estarás muy ocupado, le dije, sé que no puedes eludir esa obligación, sé que es mucho más que una obligación, pero el día tiene veinticuatro horas, encuentra un minuto en ellas para hacerme saber de ti. Han pasado cinco días, y no ha aparecido ese minuto. ¿Estoy siendo injusta e impaciente? Es probable que sí, muy probable, puede que cinco días no sean muchos, pero en mi corazón están siendo cinco años. He encendido el ordenador como cada mañana, para darle los buenos días, para decirle que lo amo, para contarle... para hablar con él. Pero en lugar de hacer eso me he venido aquí, a contarle al mundo lo que me pasa esta mañana, como si al mundo le importase.

domingo, 22 de mayo de 2011

Idiota.

-¡Idiota! ¡Idiota!
-¡Para! Por favor...
-¿Por qué he de hacerlo? ¿Qué te creías? Seguro que has pensando que vendría a verte ¡Idiota!
-No, no he pensado eso, sólo creí que...
-¡Mentira! ¿Es que no eres capaz de ver la realidad? ¡Mírate! ¿Por qué iba a hacerlo?
-Porque..
-Sí, sé lo que vas a decir. Porque te quiere.
-¡Sí!¡Sí! ¡Me quiere! ¡Cállate y déjame en paz!
- Quizá te quería hace tres días, cuando te tenía en la cama, cuando la pasión y el deseo mandaban y vosotros obedecíais. Y tú, pensabas, pensabas.... ¿Pensabas que eso sería así siempre? Perdona que me ria, pero no eres mas que una...

Si no abandono mi lugar frente al espejo, seguiré llamándome idiota y terminaré por ver esa realidad que quiero mostrarme.

-Me marcho. Quédate ahí, soñando...¡Idiota!
-¡No! Espera...

sábado, 21 de mayo de 2011

Confianza

En toda historia de amor, hay lo que yo llamo, una prueba. Siempre sucede algo que pone a prueba ese amor, su sinceridad, su fuerza, su solidez. Ayer precisamente hablaba de confiar, de confiar en la persona a la que se ama casi ciegamente.
Aunque la esperaba, esa prueba surgió esta madrugada por sorpresa.
Ni siquiera sé si es a mi a quien se prueba, o es a él, no sé si uno de los dos se rendirá, o si lo haremos los dos, o si... confiando... saldremos adelante y lo superaremos.
Es lo único que puedo hacer, confiar, esperar.
Si soy capaz de hacerlo, y él responde a esa confianza, habremos dado un paso de gigantes en esta complicada historia.
Si por el contrario, las dudas pueden conmigo, si me desespero, si no le doy el tiempo que quizá necesite. Todo se habrá acabado.
Lo único bueno es que es cuestión de pocos días, y la espera, no será mucha.

martes, 17 de mayo de 2011

Disimulando.

Se me llena la boca de lo mucho que te quiero, y me lo callo.
Se me llenan las manos de caricias que me hacen cosquillas en los dedos, y las escondo en los bolsillos.
Se me llenan los labios de besos, y los disimulo con suspiros.
Y es que quererte desde lejos, estando a tu lado, es un suplicio.
Y en nuestro caso el piensa mal y acertarás, está más que justificado.
Y nos pasamos los días escondiendo nuestro amor a la vista de todos.
No sé a quién tratamos de engañar, como no sea a nosotros mismos, todo el mundo sabe que te quiero, todo el mundo sabe que me quieres, de lo único de lo que no están seguros es de... cuanto.
Pero mientras tú lo quieras yo.... aquí... disimulando.

domingo, 8 de mayo de 2011

Normal.

Durante tres días viví un espejismo de vida normal. Vernos a horas normales, hacer cosas normales, como personas normales, haciendo que durante ese tiempo me sintiese del todo... normal.
El amor, se que puede sonar cursi, pero termina por verse en los ojos de los enamorados cuando se miran, en los pequeños gestos, en esas someras caricias que quieren parecer descuidadas y son del todo premeditadas. Como dirían en mi pueblo, es tanto que nos sale por lo alto del pelo. Y se ve, y no podemos ocultarlo y curiosamente no queremos hacerlo. A mi me da igual que se me note, y a ti también... sólo me importas tú, me dijiste.
Si todo fuese tan normal como parece, este amor que sentimos seguiría creciendo, como te dije, aún estamos aprendiendo a querernos, sentando las bases de algo sólido. Tan sólido que no habría porque cambiarlo con el tiempo por sólo cariño. Podríamos amarnos siempre, con la misma intensidad, con la misma pasión, que nos amamos ahora.
Me dijiste que me querías y no te importó quien miraba.
Hasta aquí... todo normal.

domingo, 1 de mayo de 2011

Me basta.

-¿Te conformarías con seguir así?
-Sí, pero sé que llegará la ocasión en que estaré preparada para oír una respuesta.
- ¿Por qué?
- Por nada, es sólo que habrá llegado el día; de hacer una pregunta.

Pero de momento no soy capaz de desenvainar la espada, y acorralarlo contra cualquier pared. Ahora me basta, aunque no me sobra, con los instantes, con los minutos robados a las horas. Me basta con compartir sueños irrealizables, me basta con oír de sus labios, tan sólo dos palabras.
Tan pequeñas cuando las escribes, con apariencia de tan poco cosa, apenas unas silabas, pero a la vez... tan grandes.
Te amo.