Aunque la esperaba, esa prueba surgió esta madrugada por sorpresa.
Ni siquiera sé si es a mi a quien se prueba, o es a él, no sé si uno de los dos se rendirá, o si lo haremos los dos, o si... confiando... saldremos adelante y lo superaremos.
Es lo único que puedo hacer, confiar, esperar.
Si soy capaz de hacerlo, y él responde a esa confianza, habremos dado un paso de gigantes en esta complicada historia.
Si por el contrario, las dudas pueden conmigo, si me desespero, si no le doy el tiempo que quizá necesite. Todo se habrá acabado.
Lo único bueno es que es cuestión de pocos días, y la espera, no será mucha.
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