No voy a hacerlo, no quiero, no puedo.
Te quiero.
Y yo a ti, me da miedo decirte cuanto.
No me sueltes nunca.
Te siento mía, nada ni nadie puede arrebatarte de mi lado.
Algunas veces sólo tengo palabras. Palabras que llenan huecos y alivian añoranzas.
Por favor... no me sueltes nunca.
¿Por qué habría de soltarte?
ResponderEliminarSería absurdo...
Mil besos