Y no se la di.
No fui capaz.
Cuando vi esas frases torcidas, es letra desigual, fea, pensé, que era poco para él. Aquellas palabras era yo misma. Poca cosa, algo anónimo, algo para... esconder. Una de esas cosas que abandonas en un cajón, un lugar donde nadie mira.
Llevo meses escribiéndole largas cartas llenas de mis sentimientos, llevo meses susurrándole al oído todas esas palabras que le escribo. Y cuando la vi, en el papel, me parecieron tan reales que me asusté.
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