domingo, 23 de enero de 2011

Miedo.

Algunas veces escribo de tus miedos, y de mi miedos.
Tu miedo a que yo, acabe con tu vida perfecta.
Mi miedo a que sepas, que pienso de esa vida perfecta.
Me quieres, eso lo sé, lo veo en tus ojos cuando me miras, cuando me miras y no puedes acercarte.
Temes perderme, y le temes aún más a retenerme.
Temo perderte, y le temo aún más a tratar de retenerte.
Tienes miedo a desear de verdad tenerme a tu lado, tienes miedo de mi.
Tengo miedo, de que tu miedo, pueda más que tú, y acabe con nosotros.


Cuando era pequeña, mi padre, solía decirme algo que siempre recuerdo cuando camino sola de noche. "El miedo está en el culo, en cuanto miras una sola vez hacia atrás, estás perdido". Camino sola de noche de vez en cuando, al salir del trabajo sobre todo, algunas veces aún no ha amanecido cuando voy, y algunas otras tampoco lo ha hecho cuando regreso. Nunca tengo miedo, nunca miro hacia atrás.
Algunas veces querría decirte que no tengas miedo, no mires hacia atrás, mira sólo hacia adelante. Sé que puede parecer igual de oscuro, igual de aterrador, no sabemos que hay un poco más allá porque no se ve. Pero estaría yo, compartiendo ese miedo, ya no serían tus miedos o mis miedos. Sería... nuestro futuro.

2 comentarios:

  1. El miedo juega con ventaja, precisamente por lo difícil que es vencerlo. Siempre está al acecho, pero es bueno saber que está en nuestra mano acabar con él...

    ResponderEliminar
  2. No seré ácido esta vez , muy bonito el post.
    Besos

    ResponderEliminar