viernes, 28 de junio de 2013

A un mes vista...

Dice, que todo se le desmorona y que no se ve capaz de mantener lo nuestro...
Llega el verano, las vacaciones..tú por un lado y yo por otro... eso ha dicho. Eso no es novedad, siempre ha sido así al llegar esta época.
Ayer salí con mis compañeras, volví a casa de madrugada después de unas cuantas copas de vino, quizá incluso alguna de más. Abrí el correo, a las cuatro de la mañana, y ahí estaban esas palabras. No me detuve a pensar, el alcohol...supongo... El caso es que, después de ofrecerle una vez más mi vida, mi tiempo, mi amor, mi paciencia, todo...empecé a llorar y no he podido parar hasta hace un rato. Me he obligado a parar, he de trabajar en unas horas y casi no podía abrir los ojos.
Al final  de mi ofrecimiento escribí que no me lo creía, que no creía que no fuese capaz, y que eso tendría que decírmelo a la cara. Que las vacaciones tendrían algo de bueno, si a la vuelta se da cuenta de que no me ha echado de menos podrá decirme que no me quiere, pero que hasta que no lo haga yo....no pienso rendirme.
Haga lo que haga da igual, él está tan...asustado que no se atreve a moverse, se está construyendo su propia prisión y algún día se dará cuenta de que se he encerrado en ella  solo, y de que nadie, si me pierde, le echará una mano para salir de ahí. Bueno..digo mal...lo hará otra que sea más despabilada que yo y que tenga menos miramientos. Si lo sé...estoy celosa de la que me haya de sustituir, porque eso lo tengo clarito, para mi puede que se acabe pero él...tarde o temprano...se enamorará de otra, porque no tiene amor en su vida, lo tiene todo, menos eso.
Sólo espero que...en fin...
Me quedan dos noches de trabajo, y después...

¿Me equivoco al pedirle que si no quiere verme más, me mire a los ojos para decírmelo?



domingo, 23 de junio de 2013

Dudando.

Ahora que no me creo eso de....no tengo tiempo para nada...¿Ahora qué?
Tres frases en ...ni sé la de días, he perdido la cuenta.
A lo mejor estoy del todo equivocada, no sé...quién lo entienda, que lo compré.
Eso sí, yo sigo siendo la de siempre con él, pero tengo un cabreo de mil pares de demonios. Porque si pensaba hacer esto, por qué no me....
Abusa de mi manera de ser y de mi sentimientos, y si como dijo no quiere soltarme ¿Por qué quedarse tan lejos?
Algunas veces le decía... en una de estas cuando mires ya no estaré, y no te habrás dado ni cuenta de que me he ido.
Todas mis certezas se vuelven una vez más...incertidumbres.
Y las dudas...las dudas, campan a sus anchas llenándolo todo y riéndose de mi.

Y sí, podéis decir con todo el derecho del mundo, algo como....te lo dijimos.

jueves, 20 de junio de 2013

Aclarando, que también es gerundio.

Volvimos a intentarlo, y esa vez, funcionó.
Estuvo conmigo dos horas enteras. ¿Poco? ¡Que va! mucho más tiempo que de costumbre.
No hablamos de lo que sucedió. Varias veces le insté con disimulo a que lo hiciera, pero desviaba la conversación a temas de trabajo o incluso al tiempo. No quise preguntar abiertamente, no quería estropear el momento, no era capaz. Casi cuando se marchaba le pregunté...¿Estás mejor?. Respondió con un simple sí, y nada más.
Para que las cosas sigan su curso habitual he de decir que desde ese día, y ya van cinco, él ha estado, como es también habitual, ausente.
Sé un par de cosas.
Que me quiere más de lo que reconoce, y que cuando quiere es capaz de hacer eso exactamente eso,  lo que de verdad quiere.
Sé que estuvo conmigo dos horas, porque el momento era propicio y quería. Sé que no me ha escrito en cinco días porque no ha querido hacerlo, ahora no me sirven las excusas que pueda darme. Puede que sea incapaz de salir de este laberinto en el que estoy perdida, pero es posible que empiece a tomarme las cosas de otra manera. Quizá deje de agobiarme no hallar una salida, no sé, puede que lo que tengo claro sea poca cosa pero es mucho más de lo que he tenido en estos casi tres años.
De alguna manera, la vida misma, sin que haya que hacer grandes esfuerzos...lo va aclarando todo.
O eso espero...

jueves, 13 de junio de 2013

Intentando, que es gerundio.

No vamos a sobrevivir a esto.
Esta vez no.
Me consta que lo está intentando, quizá habría otras maneras pero él usa la suya.
Esta mañana intentó verme. Lo que hace unos días salio bien, hoy, no ha funcionado.
Quise quedar con él aunque fuese un minuto en el parque de la esquina. Para verte un minuto y en la calle, prefiero que lo dejemos para otro día, eso me respondió. Yo no estaba sola y no podía recibirlo en mi casa, bueno, poder podía, pero íbamos a salir esta tarde en Andalucía Directo.
Sé que es verdad que no quiere perderme, podrá tener razones mas o menos egoístas, pero sé que no es lo que quiere. Sabe, cuenta, con lo mucho que lo quiero. Pero...¿Hasta dónde aguanta el amor de esta manera?.
He, hemos, pasado por muy malas rachas, en realidad, quitando un par de meses al principio no hemos tenido ninguna buena. Sé que lo que sentimos es común, que gramo arriba, gramo abajo, nos queremos lo mismo. Sé que él, si él hubiese querido, si se hubiese atrevido, yo... Mis días hubieran consistido en ver una sonrisa en su rostro cada uno de ellos, en que se sintiera feliz, querido, necesitado, único, amado como nunca nadie lo había amado. Hubiera dado cualquier cosa por esa oportunidad, creo que aún lo haría. Y sabéis, él sabe, que soy capaz de todo eso y una parte de su ser lo quiere, lo desea, lo anhela, pero esa parte no es lo bastante fuerte.
Hoy lo ha intentado, volverá a intentarlo y no sé si con buena o mala fortuna, pero...¿Cuántas veces lo hará?
Mañana vuelvo al trabajo, se acabaron los descansos.
Pasado mañana de nuevo momento Lady Halcón, nos quedan muy pocos, cuatro, cinco como mucho, después vendrán las vacaciones, las suyas, las mías. Él se marchará, como cada año. Espero que al menos tengamos oportunidad de vernos y hablar antes de todo eso, necesito que me mire a la cara y me diga lo que quiere.
 A ver si para pasado mañana consigo dormir y se me quitan las ojeras...
Lo sé, soy un caso perdido, es que...quiero que aunque sea de uniforme, me vea guapa.

miércoles, 12 de junio de 2013

Sin título a la vista...

He tratado de responder a vuestros comentarios. Entre la falta de costumbre, y yo, que soy torpe para según que cosas por naturaleza...en fin... espero que se me entienda.

Esta mañana no he tenido noticias, el corazón me pedía a gritos que le escribiese, la cabeza que me esperase un poquito al menos.
Alguna vez, y sintiéndome como una adolescente encerrada en el cuerpo de una cuarentona, le he enviado canciones. Sí, canciones, tal y como lo leéis, canciones. Buscaba alguna que expresase lo que quería decirle, lo que sentía, para no usar siempre mis repetitivas palabras.
Si le enviaba una canción...eso no es escribirle ¿Verdad? Quien hace la ley hace la trampa ¿No?
Pero la que quise enviarle no era otra si no la que hay justo debajo de esto.
Volvemos a mi torpeza, fui capaz de ponerla ahí, pero no conseguía escribir nada, ni debajo, ni encima, ni a un lado, nada...imagino que hay una forma sencilla pero, no le dedico a esto todo el tiempo que quizá debiera...
De todas maneras me detuve a tiempo, es..¿Demasiado explícita?
No quiero que vuelva a decirme que no. Además, ya, para qué.

Gracias otra vez a todas, lo que voy a decir puede sonar un tanto...triste pero...
Creo que nunca había tenido amigas; hasta ahora.

Si tú te atreves.

martes, 11 de junio de 2013

Quieres que te lo cuente otra vez?

Estoy bien, bastante bien, aunque en estos casos el dolor siempre viene después, cuando se hace patente la realidad.
Cuando los días pasen, y no sea sólo una de sus ausencias.
Cuando lo vea llegar, y ya no se quede enganchado a mis ojos.
Cuando el teléfono jamás vuelva a sonar.
Cuando su nombre  no aparezca en negrita en la bandeja de entrada de mi correo.

De todas formas he de decir que lo último, aún no ha sucedido. Sigue escribiendo casi cada día, y yo, sigo contestando a todos sus correos.
Me cuesta descifrar lo que en realidad quiere decir en ellos. Se esconde detrás de sus palabras favoritas...no puedo.Y me permití escribirle, porque de perdidos al río, que hace poco más de una semana se presentó aquí, en mi casa, en mi puerta, a media mañana. No tuvo miedo, no pensó que no podía, sólo pensó en lo que en ese momento quería. Y que aunque le pese, lo que quería, lo que buscaba, lo que necesitaba...era yo. Mira en tu corazón, y dime que hay.
Le aclaré, por si las moscas, que en ningún momento le estaba pidiendo que cambiase nada en su vida. Que siguiese adelante con lo que había elegido. Ha elegido rendirse, ni siquiera se ha llevado la mano a la empuñadura de su espada para luchar un solo minuto por mi.
Sé que a estas alturas puede sonar...a yo qué sé.
A lo mejor sin querer hacerlo, me estoy agarrando a un clavo ardiendo. No ha podido dejar de quererme en una semana. Yo trabajo donde hay medicinas y puedo asegurar que no hay nada para eso.
Ayer, tuvimos uno de esos momentos Lady Halcón.
Se detuvo a hablar conmigo, ni siquiera recuerdo ahora mismo sobre qué. Sólo fueron unos minutos, le dije que pronto me iría, que había pedido un permiso sin sueldo (Si, parece mentira tal y como están las cosas pero lo he hecho, aunque esa es otra historia). ¿Por qué?, preguntó. Me encogí de hombros, llevo mal los cambios, le dije, me crean inseguridades y ahora mismo ya no puedo con más. Estábamos muy cerca, él se resistía a irse y yo también. Yo no sé si lo que veo en sus ojos es real, o soy yo, viendo sólo lo que quiero ver.
Por la noche escribió..
Puede que no lo demuestre, pero me importas mucho cariño. No quiero soltarte (eso es parte de una vieja conversación), ni podría amor mío.

Estoy bien, gracias, muchas gracias a todas, la verdad es que no sé que haría sin vosotras. Estoy bien, pero como habréis podido comprobar después de leer esto...estoy también...hecha un lío...
O eso me parece a mi..

sábado, 8 de junio de 2013

Se ha acabado.

Quizá ha llegado el momento de dar por finalizado este bonito cuento. Poner fin a una situación que ya duraba demasiado.
Ha sido sus palabras, no las mías.
Las ha escrito, no me ha mirado a los ojos para pronunciarlas.

Para finalizar como Dios manda un cuento, el príncipe ha de mirar a los ojos a la princesa, decirle que ya no la ama, que no siente nada por ella, que no desea verla nunca más. Sólo entonces la princesa, puede que rota de dolor, desaparecerá para siempre de la vida del príncipe, tras mirarle a los ojos una última vez...
Sólo así, se puede escribir después la palabra...Fin.

Me temo que eso es lo que he escrito yo...

domingo, 2 de junio de 2013

¿¿¿¿¿Érase una vez...?????

Cuando sucede algo que no se espera, en mi pueblo, y supongo que todos los demás también, se usa esta expresión..."Y ahora, ¿Cómo le ponemos al niño?"
Recibí un correo.
"Siento haber estado tan ausente cariño. Quizá podríamos vernos el...."
El día en concreto era algo fuera de lo habitual, pero dada las circunstancias.... 
No me ha contado que pasó, no quiso entrar en detalles. No me ha hablado de cómo queda nuestra situación, no le ha dado tiempo, y la verdad, tampoco he preguntado. Ha sido conmigo como cualquier otro día, pero con algo más de prisa.
Tenía la excusa perfecta para dejarme, la salida despejada, la puerta mucho más abierta que nunca. Podía seguir con su vida y sacarme de ella, yo no le hubiese puesto obstáculos, y creo que él lo sabe. Le escribí, es cierto, pero sólo para interesarme por su estado de ánimo. No le ofrecí alternativas desesperadas tratando de que no me dejase. No le rogué que me viese. No he suplicado ni enaltecido nuestro amor hasta hacerlo parecer imprescindible. Sólo dije que si quería hablar conmigo de lo sucedido,  lo escucharía y trataría de ayudarlo como había hecho siempre. Era su oportunidad de librarse de mi amparándose en lo mal que dice que lo ha pasado. 
¿Por qué no lo ha hecho?
¿Final o principio?
¿Hemos pasado a otro nivel? 
¿Una partida gratis?
¿Reinicio?
¿Alguien tiene una explicación razonable?