jueves, 29 de marzo de 2012

Marzo ventoso.

El viento está empeñado en secarme el alma. Aúlla al otro lado del cristal, dispuesto a asolarlo todo. Quiere tirar de los arboles, que bracean queriendo aferrarse... ¿a qué?. Levanta la tierra reseca hasta llenar con ella los ojos llorosos. Hace que todo se incline a su paso, a sus pies. No hay rincón que no domine. Que triste me ha parecido siempre el viento, tan solo, que silba, ruge, grita, buscando atención. Y cuanto más porfía, con mas ganas le damos con la puerta en las narices. Lo cerramos todo a cal y canto, para no oírlo, para no sentirlo. Él sigue ahí, justo ahí, fuera, esperando la más minina rendija, el más pequeño resquicio, para colarse dentro. Está al otro lado del cristal, pidiéndome que salga, dice que sólo quiere entretenerse un rato, en levantarme la falda y en enredarme el pelo.

2 comentarios:

  1. Y yo espero al otro lado también por volver de nuevo una sonrisa tuya...Espero poder colarme alguna vez por esa misma rendija y sacartela de alguna manera...

    ¡Besitos!

    =^.^=

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  2. Haces que sienta una nueva ternura por ese viento al que siempre intentamos dejar fuera... sólo quiere jugar. Es un texto bellísimo, Jo; me ha recordado a un poema de mi padre de los que escribió en el penal, creo que se llamaba "Noche De Levante", era uno de mis favoritos.
    Mil besos, Jo.

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