lunes, 26 de noviembre de 2012

Lo malo de tener una bola de cristal.

Mayo y Junio de 2011.
Acabo de leerme, y hasta quise morirme. Lo que sucedió en esos meses, sin remedio alguno, sucederá otra vez. Recuerdo el dolor y no quiero volver a sentirlo. Debería ser capaz de elegir entre él y yo. ¿A quién quiero más? Una pregunta tonta si señor.
En aquel entonces hablaba de baches que hay que superar, de escalones que hay que subir. ¿Me sirvió de algo salvar todo aquello? No sé si subí un escalón o salí de un socavón, lo que si es seguro es que estoy justo en el mismo lugar en el que estaba entonces. Armándome de valor para lo que ha de venir.
Hace unos días, se lo escribí  porque hace mucho que no hablo con él, le dije que estoy dispuesta a pasar por el mismísimo infierno por él, pero que necesitaba saber que estará esperando al otro lado. Que de alguna manera ha de devolverme la confianza que estoy perdiendo, que necesito que me diga que piensa, y sobre todo, qué quiere de mi. Puede que no sea momento de tomar decisiones, aunque la única decisión que él va a tomar es que día quiere dejar de verme. Sólo son pequeñas variantes de una misma cosa, dejar de verme hoy, mañana, pasado, el mes que viene....otra decisión sería del todo impensable. Nunca es buen momento para que se aclare, lo tiene todo, hasta me tiene a mi, y le cuesta deshacerse de... la princesa del cuento.
Lo sé, la princesa puede largarse en busca de... otros reinos en los que quizá pueda reinar, pero... estoy anclada aquí, tampoco es buen momento nunca para que yo me aclare. Dejo que el tiempo vaya recolocando las fichas para que sigamos jugando, pero a mi siempre me da las mismas y siempre me pone en el misma casilla. Como resultado... siempre pierdo, porque jamás comienzo el juego con las de ganar.
En breve, puede que menos de un mes, volveréis a leerme mucho más desesperada y quejosa que de costumbre, y ya me quejo y me desespero mucho  pero... aún será más. Querré morirme, querré dejarlo, querré que me deje, lloraré porque quizá lo haga, lloraré porque no lo veo, me desesperaré porque no se nada de él, en fin....más de lo mismo pero en cantidades ingentes.


No sé si esta vez seré capaz, seremos capaces, de subir esos escalones, de salvar esos obstáculos, y seguir...¿Queriéndonos como hasta ahora?

Lo sé, más de uno pensareis ¿Merece la pena?
Según el día que me lo preguntéis, hoy...creo que sí...mañana...vete tú a saber.

2 comentarios:

  1. La pregunta aquí es... ¿crees tú que merece la pena?

    Seguro que sí, porque si no lo pensaras, si no lo creyeras ni por un instante... ni siquiera le querréis como lo haces... aunque te tuvieran que poner al lado del mismísimo Lucifer tras tú muerte lo harías...

    Y eso es lo que importa aquí, pero recuerda que tampoco estás sola, somos tú silencio recuerda y venga lo que tenga que venir, siempre estaremos aquí, encantados de leerte y poderte secar las lágrimas si lloras con palabras que sujetan para que no caigas ;)

    ¡Besazos Princesita!

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  2. Ojalá no tengas que pasar por todo eso, pero jamás te quedes anclada, eso no. Besos :o)

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