jueves, 30 de mayo de 2013

Se ha...

Su silencio me destroza.
Hubiese preferido mil veces una muerte rápida a esta lenta agonía.
Esta mañana le escribí un correo, aunque no pueda saber si lo lee o no. Tiempo, el tiempo calmará las aguas revueltas hasta hacerlas parecer un espejo.
Si me quieres, esperaré, escribí.
Ya lo hemos hecho antes, meses sólo escribiéndonos, y no nos queríamos menos que cuando podíamos vernos. La circunstancia que hace ahora imposible un encuentro, cambiará, en unos meses, bastantes, pero sólo es tiempo....
No lo envié del tirón, lo guardé, como he hecho tantas veces con tantos otros.
No lo enviaré, para qué. Si aceptase lo único que conseguiría son meses de angustia, de no saber, de desangrarme derramando sobre el papel todo el amor que siento por él. Cuando pasase ese tiempo, volveríamos justo a lo que hemos tenido hasta ahora. Encuentros apasionados y breves, siempre demasiado breves. A su miedo, y al mio. A querernos a escondidas, a mirarnos desde lejos, a esperar...y esperar... y esperar...
En mi trabajo vemos morir a personas. Algunas veces sentimos cerca su final, vemos como la familia, o como parte de nosotros se resiste a dejarlo ir. Mantienen a la fuerza una vida que se escapa, que ha llegado a su final sea este justo o no, sea o no sea su momento, el fin ha llegado. De nada sirve arrancarle a la muerte unos días, unas horas, alargamos el sufrimiento. Mi amor nunca tuvo futuro, murió apenas tenía unos meses de nacido. Lo arranqué de esa muerte segura muchas veces, le insuflé tanta vida como pude, dándole la mía propia. Si a él le importase...sería él quien al menos me pidiese ese tiempo. Siempre ha sido mucho mas practico que yo.
Me queda la conciencia tranquila, de haber hecho siempre todo lo posible, de haberle dado lo que podía y lo que no podía. Me queda la conciencia tranquila de haberlo amado sin condición alguna, de haber sido todo lo generosa que soy capaz de ser. Me queda la conciencia tranquila de haberle ofrecido mi vida entera, lo que soy y lo poco que tengo. Me queda la conciencia tranquila de haber hecho que se sintiese feliz a mi lado, los pocos momentos que pude tenerlo cerca, y hasta los que no lo tuve.
Fui yo quien se equivocó esta vez, pero yo he perdonado siempre...sin cuestionarme nada...
Hace casi una semana....hasta cuándo va a esperar...


3 comentarios:

  1. Jo, no sé qué decirte, de verdad. Claro que tiene que quedarte la conciencia tranquila a ti, pero tú misma te das respuestas, al menos las que yo te daría: ya has esperado bastante, solo es alargar el dolor. Y te lo digo yo, que ya cuando entré la primera vez en tu blog te comenté que había vivido una experiencia muy, muy parecida a la tuya. Yo alargué eso durante tanto tiempo, perdí tanto tiempo de paz, de tranquilidad y de otro amor que ahora me hace mucho más feliz que aquél con sus putas migajas... es que cuando te das cuenta, te dan ganas de gritar, de correr hacia atrás para recuperar ese tiempo perdido mendigando un ratito o una muestra de cariño. ¿Qué puedo decirte? Intenta liberarte, si quieres, puedes.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Me faltan muchos retales de esta historia, unos porque como es normal los guardas para ti, otros porque no he leido tu blog desde que lo comenzaste, aunque lo siga desde hace bastante, y algunos mas porque intuyo que esta historia es mas antigua que el propio blog...
    Pero aun asi, sabes que me identifico con lo que escribes...y ahora mismo, que me encuentro como tu, enfrentandome a un muro de silencio...no se bien que decirte...sensatamente te diria, quizas, deberias dejarlo ir...quizas es ahora o nunca...

    ResponderEliminar
  3. Jo... CORRE!!!... llorando, gritando pero YA ESTÁ BIEN!!!... Lo justificas -siempre lo haces- pero esta última vez ha sido muy fuerte.. vamos a ver.. le mandaste un mensaje ¿y qué?.. ¿lo leyó quien no lo tenía que leer?.. qué hubiera tenido ÉL cuidado...
    era él el que se tenía que cuidar de esas cosas no tú.. era él el que tenía que haber venido a pedir perdón por no haberse sabido cuidar... no tú..
    Sólo era un mensaje: y el que se la jugaba era él..
    deja de pedir perdón, deja de decir que has hecho algo mal ¿qué has hecho?.. amarlo hasta la locura (o casi)..
    Pero ya está bien.. no te hagas más daño..
    Lo siento... mira que te he apoyado... y animado.. pero así noooo... sintiéndote culpable NO.
    Pero yo soy tu amiga ... y sabes que si decides perseguirle yo te entenderé y te apoyaré.... porque estoy segura que si lo haces es porque no puedes aguantar estar sin él...
    Un beso muy fuerte!!!!

    prometo no volverte a reñir.. nunca, nunca, nunca más....

    ResponderEliminar