viernes, 26 de noviembre de 2010

No creo.

De pequeña usaba la ropa que a otros ya no les servía. Casi nueva, casi sin usar, casi bonita, casi es lo que tienen tus amigas, casi, casi, casi era mía. Puede que fuese entonces cuando me acostumbré a conformarme con las sobras de los demás. Porque es lo que hay, porque si tienes esto para que quieres más, porque es bueno, aunque sea a ratos, aunque sea una noche, aunque sea... de otra. Esta vez nadie me obliga, nadie me riñe porque quiera otra cosa, ahora soy yo solita la que elige quedarse con ese poco, que me suele parecer mucho.
Él tiene razón, no creo en mí.
No valgo, no sirvo, no merezco, no soy.
Esa soy yo.
No, no creo en mí.

2 comentarios:

  1. No es fácil hacer el esfuerzo para saltar esa barrera, pero si quieres una felicidad sin "casis", tienes que poner todas tus fuerzas en ello. Hay que romper con lo malo del pasado, superarlo, dejarlo atrás. Que sea de otra vida. Eres mucho más de lo que te crees. Eres tanto que puedes ver tu falta de autoestima y autodiagnosticarla. Sólo hay que atacarla.

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  2. yo viví-vivo de las sobras ,de las migajas ,de lo que los demás dejaron ,la segunda opción,siempre cuestionado ,nunca en la medida o excesivo o parco , examinado , evaluado , observado .......Si , quizá sea un problema de autoestima , una mierda es lo que es.
    Es chungo ser segundo plato de alguien , chungo el qu ete compadezcan , chunga la lástima , el mendigar.
    Vales demasiado , no acabes como yo.
    besos,

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