domingo, 14 de noviembre de 2010

No lloraré

Los finales felices no existen, sólo son finales nada más. Algo comienza y termina. Esta vez ha sido tan breve...
Quizá yo debí saber algunas cosas, quizá debí hacer caso de quien me advertía, quizá no debí empezarlo. Sabía que dolería, pero no imaginé que tanto. Él ya no está, puede que nunca haya estado más que en mi imaginación. El destino ha decidido por los dos. Si había poco lugar para mi, ahora no hay ninguno, y no voy a levantar ni un dedo, no pelearé, porque no tiene sentido hacerlo. Me retiraré lo más dignamente que pueda.
Y no lloraré, no hay hombro sobre el que hacerlo...

3 comentarios:

  1. Los finales pueden empezar a ser felices cuando hay otro comienzo.
    Y para llorar no te hace falta ningún hombro. Creo que se puede llorar hacia un@ mism@. Y casi es mejor.

    ResponderEliminar
  2. Nos guste o no, todo lo que empieza tiene un final.
    Aunque también es verdad que para que algo empiece, tiene que haber terminado otro algo anterior.
    Y sí, hay finales felices. No son todos, claro. Pero sí que existen.

    Besos

    ResponderEliminar
  3. Nunca se está peparado para el dolor , ni siquiera para el que uno espera , conoce o presiente.
    Plantearse demasiados quizás para qué?.
    Llorar? Quedate con lo que de bueno hayas vivido y cierra la puerta.
    Besos

    ResponderEliminar