sábado, 20 de noviembre de 2010

No puedo hacerlo...

El día está muy gris, pero detrás de todas esas nubes el cielo es tan azul como siempre.
No he dejado de escribirle, no puedo hacerlo, no he dejado de derramar este amor que me llena, no puedo hacerlo. No quisiera romper lo que tenemos, sólo adaptarlo a las circunstancias. Quiero ofrecerle mi vida, y no puedo hacerlo. Me debato entre lo que creo que es mi deber, y lo que de verdad deseo hacer. No puedo dejar de pensar en él, no puedo dejar de pensar en mi. Pasará la tormenta y el tormento, lo sé, sé que se pasará, siempre lo hace, pero me está destrozando. Acaba con mis fuerzas, me roba el sueño, y no me deja descansar. La felicidad más absoluta lo rodea, sólo hay un punto oscuro en su vida, y soy yo, y no soy capaz de desaparecer, ni siquiera sé si él quiere que lo haga. No me importa quedarme a mendigar migajas, devorar las sobras como si fueran el más lujoso manjar, siempre que sea él quien me lo ofrezca. Si, lo sé, suena.... tan mal como me siento. Pero no puedo aspirar a más, y ahora mismo, no puedo renunciar a él, no por voluntad propia, y él, aún no me ha dejado marchar. Retiene un delgado hilo, que yo sostengo con fuerza.
Lo sé, es un amor a la desesperada, sin futuro, sin presente y con apenas un pasado. Sé que sería mucho mejor terminarlo cuanto antes, pero no puedo hacerlo, y él... dijo mientras enjugaba mis lágrimas que yo... era el amor de su vida.
El día sigue estando muy gris...

1 comentario:

  1. Si quieres, puedes. El quid está en lo que quieres.
    Y recuerda que las nubes no estarán ahí para siempre. Tarde o temprano aparecerá un viento que se las llevará y el Sol volverá a lucir en un cielo completamente azul.
    Besosss

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