martes, 18 de septiembre de 2012

Otoño, dentro de nada.

El día se ha levantado de otoño, y yo, también.
No sé que estación del año quiero que sea. Si alguien me concediese el don de manejar el tiempo no sabría si ir hacia delante o hacia atrás. ¿Cambiaría el presente si pudiese cambiar el pasado? ¿Y el futuro? ¿Puedo cambiarlo cambiando el presente? Puede que haga lo que haga, de las vueltas que de, termine justo aquí. Sentada una tarde pre otoñal delante de mi ordenador escribiendo que no sé que estación del año quiero que sea.
Ahora todas traen distancia, todas traen ausencia, todas traen preguntas sin responder, ahora no hay esperanza en ninguna, ni siquiera cuando llegue la ahora lejana primavera, no, entonces tampoco. Hay un espacio oscuro delante de mi, no sé si seré capaz de caminar por él, a tientas, guiándome tan sólo por el instinto que te lleva a no detenerte, aguantando el impulso de correr, porque quizá correría y correría para no alcanzar jamás una salida. ¿Y si no hay luz al final de la oscuridad? ¿Y si todo se queda así de oscuro para siempre? ¿Y si me paro y me pierdo en la oscuridad para toda la eternidad?
¿Y si dejo de hacerme preguntas estúpidas?
El día se ha levantado de otoño...

2 comentarios:

  1. Pues a mí es la estación que más me gusta, especialmente cuando llueve. Me trae buenos recuerdos, así que imagino que, si pudiera, viajaría hacia el pasado...
    Espero que liberes pronto ese espacio oscuro que tienes delante, y sonrías a la vida cada día de tu vida...

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  2. Me uno al comentario anterior: A mí me encanta el otoño ( y también el invierno), me encantan las tormentas, me encanta que llueva y los pijamitas estos hipermegasuaves gordines y anchos con los que te puedes arropar... Aunque sinceramente tampoco me importa ponerme chorreando bajo la lluvia... Soy un ser tan extraño...

    " No siempre es mejor lo bueno, ni lo malo... lo peor " ( Es de una canción de Melendi, lo mismo alguna que otra vez ya lo he dicho, pero al decir en tú entrada lo de la oscuridad me he acordado)
    Dicen también que no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo aguante y aunque a nosotros nos parezca que ese tiempo es eterno, creo todo lo malo tiene su fin. Recuerda además que siempre, siempre hay luz...y sobre todo es más bonita cuando la irradia una persona propia...
    Tú, tienes mucha luz y además es preciosa, seguro que te va guiando hasta es final del túnel donde te están esperando cosas y personas maravillosas -ambas, te las mereces-.

    ¡Besines Grandes!

    =^.^=

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