miércoles, 21 de julio de 2010

Mañana.

Quise esconderme en ti, quise huir de mi. Pero no te encontré. Una vez más recorro las calles sola, saco mis problemas al sol, a ver si los derrite y los hace desaparecer, aunque termine por hacerlo yo con ellos. Incluso mi salud, mi único bien preciado, se resiente estos días. Y no sé que hacer...
De nuevo estoy en mitad de todo, tratando de mantener el equilibrio. En el centro del huracán no reina la paz.
No puedes ayudarme, nunca te hablo de mis cosas. En tu mundo soy una diosa, en el mío la más insignificante de las mortales. Pero me haces descansar, me sacas de aquí, dejo de pensar, de preocuparme. Concentro mis cinco sentidos en ti, y espero que tú hagas lo mismo.
Quizá si te hablase, si te explicase... no, mejor no, eso sería arriesgarse a que me vieras tal y como soy. Dejarías de ver a la criatura sensual y sexual, para verme sólo a mí. ¿Me encontrarías entonces tan sumamente deseable? ¿ Seguirías estando loco por mi?¿ Volverías a decirme que me amas?.
Tu respuesta hoy fue un...mañana ,¿Te va bien?. Y yo, quizá más seca de lo habitual he contestado... mañana te lo diré.
Necesito seguir teniendo un sitio al que escapar, aunque ese lugar abarque únicamente tu cuerpo.

2 comentarios:

  1. Tarde o temprano te entregarás, y dejarás de escapàrte... :)
    (K)

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  2. tómatelo con calma, que luego es difícil parar.

    Gracias por pasar, un beso

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