miércoles, 7 de julio de 2010

Por mi culpa.

Una vez mas soy culpable, responsable, de todo lo que no va bien o de todo lo que no sucede al gusto de otros.
Al menos así me siento yo, así me hacen sentir, que sé yo...
Soy yo la que permite, por lo tanto, es culpa mía lo que ocurre. Sin embargo en todas las historias hay varias versiones. Él me echa la culpa a mi, yo a él, y el resto... a los dos. Desde luego yo la tengo en cuanto a que como digo... permití. Me queda el consuelo de que sólo lo hice una vez, y que en la siguiente todo ha ido mucho mejor. El daño está hecho, el árbol se torció cuando apenas era una vara endeble. Ahora sólo queda vigilar que no se tuerza más, que crezca sano, y que algún día dé algún fruto. No quiero que se retuerza, que haga nudos en su madera imposibles de quitar, o que con el tiempo se estropee y ni siquiera sirva para leña.
Mientras tanto, haré lo que creo que tengo que hacer o lo que pueda hacer, aunque la culpa de todo... siempre sea mía.

1 comentario:

  1. Las cosas pasan , las permitas o no , asi que no te eches culpas , no las hay y no arregla nada repartirlas , si acaso , compartirlas.
    Los caracteres se forjan , los arboles crecen y con los años no se les ve imperfecciones , tiempo.
    Besos

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