miércoles, 4 de agosto de 2010

Sincera...

Te gustan mis arranques de sinceridad.
Yo los temo. Temo no poder detenerlos. Dices que mis palabras salen de lo más profundo de mi alma, del lugar en el que encarcelo mis sentimientos. No me gustan esas fugas, me dejan al descubierto, puedes ver lo frágil que en realidad soy.
Te confieso que no le temo a mi soledad, aunque aveces me ahoga. Y tú me hablas de esa otra, necesitada de amor y cariño. ¿Y quién no lo está? te pregunto. Crees que porque no lloro en tu hombro, no lo necesito. Maldita fachada, o tal vez bendita. Y en uno de esos momentos, de extrema debilidad, dejándome llevar exclusivamente por lo que siento, te digo que te quiero. Que cada día pongo a prueba esta lucha continua entre cerebro y corazón. El primero no deja al segundo tomar el mando, sabe lo que se hace, sabe lo que ha pasado otras veces. Sin embargo, hay momentos...
Gracias a Dios recupero la cordura, y vuelvo a ser esa mujer callada, a la que dices que amas en silencio...

3 comentarios:

  1. Es mucho más duro pelearse con un@ mism@ que con cualquier otra persona. Y eso que sabemos nuestros puntos débiles.

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  2. "Mi menda, dice lo que piensa, no tengo ná que perder... si se me suelta la boca, no tengo perdon ni ley... la lenguita se me vuelve loca... y no me calla ni el rey" (8)

    No hay nada mejor que la sinceridad, pese a quien le pese... aunque sea a nosotros mismos...
    (K)

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  3. Tierna , apasionada sincera, hay tipos con suerte , que lástima que Dios de pan a quien no tiene dientes.
    Besos

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