sábado, 19 de febrero de 2011

De mi puño y letra.

Le escribí unas cuantas palabras en una tarjeta. Quería que sintiera por una vez el calor de mi mano apoyada en el papel, el latido de mi corazón en la sangre que fluía hasta mis dedos. Quería que fueran de mi puño y letra, por una vez, quería que fuesen así.
Y no se la di.
No fui capaz.
Cuando vi esas frases torcidas, es letra desigual, fea, pensé, que era poco para él. Aquellas palabras era yo misma. Poca cosa, algo anónimo, algo para... esconder. Una de esas cosas que abandonas en un cajón, un lugar donde nadie mira.
Llevo meses escribiéndole largas cartas llenas de mis sentimientos, llevo meses susurrándole al oído todas esas palabras que le escribo. Y cuando la vi, en el papel, me parecieron tan reales que me asusté.

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