lunes, 4 de abril de 2011

Oráculo.

Volví a consultar con el Oráculo.
Bueno, fue mas bien una conversación, no tan sólo una consulta.
Lo quiero mucho, lo aprecio, lo estimo, lo echo de menos cuando no está, pero no sé porque no es capaz de soñar. Quizá si soñase, no podría ser el Oráculo, puede que el no hacerlo sea inherente al cargo o algo así.
Suele acertar, la palabra puede que no sea suele, si no siempre, siempre acierta. Aunque ruego a los Dioses que se equivoque alguna que otra vez. Lee el pasado, adivina el futuro, y no deja lugar para nada que no sea real.
Pero no puede hacer nada para que yo deje de sentir lo que siento, sus consejos, a los que siempre atiendo, no puedo seguirlos, no quiero, no es mi deseo hacerlo.
Mi corazón me dice que esta vez se equivoca, que está en un error, que son ciertas todas las circunstancias, que son ciertos los imposibles, pero que se equivoca con respecto a los sentimientos.
No quiero dejar de creer en el amor.
Quizá si el Oráculo sintiese durante unos minutos lo que soy capaz de sentir, lo que el amor me hace sentir, si recordase el tiempo en el que seguro amó así, admitiría la pequeña posibilidad de que quizá y sólo quizá, algún día, un sueño... puede hacerse realidad.

2 comentarios:

  1. La gente confunde sueño con imposible. La realidad es un manojo de sueños que se estrellaron contra la realidad y sobrevivieron.
    Besos.

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  2. El Oráculo no fué siempre así.
    Miró tantas veces en su caldero encendido encontrando respuestas , buscando cada matiz en la llama que predecía su propio futuro , e ignoró tantas otras lo que leía en ellas.
    Al final..........en eso quedó , en lo que ahora es y en lo que ahora siente.
    Besos

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