sábado, 6 de agosto de 2011

365 días.

Hoy es nuestro primer aniversario, con muchas, muchísimas posibilidades de que termine por ser también el único y último.
No, no hay celebraciones, ni regalos, ni siquiera vamos a vernos. No hay noche mágica, ni estrellas, ni luna creciente, me pregunto si sigue habiendo al menos el mismo amor.
Me pasé la tarde de ayer llorando, sí, no me avergüenza decirlo, lloré sin que nada ni nadie pudiese consolarme. Tú lo sabías, pero como siempre yo misma te pongo la excusa perfecta en bandeja. No te preocupes, es sólo que acumulo mucha tensión que tiene que salir por alguna parte, pero quédate tranquilo, estaré bien. Y aunque ayer mencionaste lo especial de este día, hoy, ni siquiera te has molestado en regalarme un te quiero, o en preguntar si ya he terminado de soltar... tensión.
No lloraba por la no celebración, ni por no verte hoy, lloraba porque no dejo de ser una ilusa. Ha pasado un año, 365 días que he llenado de ilusiones, de sueños, de esperanzas, de amor para ti. No quería ver, lo que tan bien veía cuando esto comenzó, no hay futuro para nosotros y yo misma te lo hice saber. Recuerdo haberte escrito y citado un pasaje del libro que leía, que terminaba precisamente diciendo eso "el único futuro que nos queda, es el presente". Recuerdo haberte dicho que no quería que lo que acababa de pasar cambiase nada entre nosotros. ¿En qué momento deje de oírme? ¿En qué momento dejé que lo que sentía pudiese más que lo que pensaba, que lo que sabía?. Las lágrimas limpiaron de sueños mi entendimiento, se llevaron por delante las esperanzas vanas, lavaron las ilusiones, dejando una realidad límpida, cristalina, tan reluciente que hace daño al mirarla y de nuevo, me hace llorar.
Todo debió acabarse hace meses, quizá ni siquiera debió empezar. He llorado casi todos esos 365 días, unos días porque no sabía de ti, otros porque me parecía que te perdía, otros porque los imposibles me ganaban la partida, otros porque me hacía falta llorar, y otros... porque no hay nada más que eso... lágrimas y nada más.
Mato este amor una vez cada poco tiempo, y la frecuencia ha aumentado. Me lo arranco del corazón sin miramientos, te digo que se acabó, que no sirve de nada y lo sabes igual que yo, que para qué continuar, que eres feliz sin mi, y yo, yo también puedo serlo sin ti, que sigas con tu vida perfecta y que ojalá sea perfecta siempre, que vuelvo a ser sólo tu compañera y que quizá algún día vuelva a ser tu amiga. Pero que ahora tienes que alejarte de mi, ni me mires siquiera, ni me hables, ni me llames, ni me escribas, desaparece de mi vida, sé que sabes hacerlo.
Ni una sola de esas palabras abandona mi garganta, me las trago con las lágrimas, y espero, espero a que sea él quien las pronuncie.
Sé que lo hará, porque siente lo mismo que yo. Amor, sin ningún tipo de esperanza.
Feliz aniversario cariño.

3 comentarios:

  1. Creo que no merece ni una lágrima más, derramada por ti. Deberias intentar de olvidarte de él, he intentar ser feliz.

    Muchos besos

    ResponderEliminar
  2. Ay, Jo, sabiendo que no tiene futuro nos creemos que por saberlo vamos a evitar sufrir, y claro que no. Ojalá te desenganches pronto y dejes de llorar, preciosa, mereces otra cosa y puedes tenerla.

    ResponderEliminar
  3. Me meto quizás donde no me llaman...Aunque dicen que desahoga el alma y en tu derecho estas de llorar por supuesto...No creo que merezca tanto que llores.
    Pero eso , es opinión mia, claro está, aunque yo te lo diga eres tú quién decides y si apuestas por una cosa...como decía mi madre cada uno sabe elegir a la cuchara con la que tiene que comer.

    Besos preciosa...Y para la próxima, quiero una sonrisita.Aunque sea pequeñita ¿Vale?
    =^.^=

    ResponderEliminar