sábado, 27 de agosto de 2011

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La vida da muchas vueltas, muchísimas, tantas que marea. Algunas veces queremos quedarnos justo en la que estamos, que no gire, que se detenga, o por lo menos que vaya más despacio, pero sigue y nadie sabe que hay en la próxima, o dónde caeremos y como lo haremos.
Lo que me dijo no sé si es tan bueno o no, pero fue inesperado, eso desde luego.
He de decir que cuando le di el regalo estuve un tanto... extraña con él, quizá por los nervios del reencuentro, por la distancia que nos había estado separando, por sus silencios que sólo rompía algunos días con unas brevísimas palabras. No, yo no estaba para nada segura de lo que esperaba, de lo que quería de mi, y me asusté. Así que fui formal, no sé dónde escondí el cariño que se me escapa con su simple presencia, no sé dónde se fueron los besos que deseaba darle, o las ganas de hundir mi cara en su pecho y olerle. Mantuve la distancia, y ni siquiera sonreí cuando me dijo que estaba muy guapa. Hasta la conversación por teléfono fue breve, y nos dijimos la mala noche que habíamos pasado los dos y todo, pero aun así... yo estaba cansada de todas las maneras posibles.
Y él se asustó, tanto como lo estaba yo.
Siempre le digo que no quiero que tenga nunca ni una sola duda sobre mi, sobre lo que siento o lo que quiero, y de repente lo dejé a oscuras. Él no está tan acostumbrado a vivir en la penumbra, no tanto como lo hago yo.
A una serie de explicaciones, que no había pedido, y a un montón de cosas que sentía, se le unieron las palabras que nunca pensé que me diría.
No me castigues, por favor, perdóname.
Sólo ha vivido unas horas de mi silencio, si eso es un castigo por mi parte, yo vivo castigada continuamente por él.
Le conté lo que me pasaba, y dijo que era por su culpa, que me había desilusionado. No pude quitarle del todo la razón.
Por un instante, y no sé si está bien que lo diga, me sentí con la sartén por el mango. Sé que con él, por circunstancias, todo es pan para hoy y hambre para mañana, pero... ahora mismo me siento casi mimada. Se le escapa el amor por los ojos cuando me mira, y por los dedos cuando me escribe, porque por ahora ha dejado los telegramas.
Nada, nadie, o casi nada y casi nadie, puede cambiar lo que sentimos el uno por el otro. Él confía demasiado en esa fe que tengo, aunque le digo que el amor no sólo se puede alimentar de un lado, porque es agotador mantener mi fe en él y no dejar que él pierda la suya en mi, con tantas cosas como suceden a nuestro alrededor, y sola, no puedo. Ahora lo sabe, eso creo. Puede que por un momento sintiera que yo ya no estaba, no lo sé.
El caso es que ahora, él, está.

7 comentarios:

  1. Pues me alegro que este ahí, que te dure por mucho tiempo y que no te tenga como una peonza dando vueltas sin sentido, que al final una acaba mareada de tantas vueltas.

    Besos

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  2. Supongo que si... vio la posibilidad de perderte, de que tuvieras dudas (o al contrario, que lo hubieras visto claro), y se asustó. Está claro que cuando nos da miedo perder a alguien, nos damos cuenta de lo que tenemos.
    En cualquier caso, sea por la razón que sea, da igual. El hecho es que ahora está ahi, así que disfrútalo mucho, que ya te tocaba, querida.
    Un beso.

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  3. A veces es necesario tomar distancia, no se trata de ''darle una lección'' al otro ni nada para el estilo, al fin y al cabo , ¿quién somos nosotros para eso?.

    Pero es cierto que en muchas ocasiones puede pasar esto.
    Tuvo miedo de perderte, de saber que podía perderte, de que un día mirara y tu fe...Se hubiera esfumado...De ahí que ahora actúe así, porque se ha dado cuenta de lo que tiene y que no quiere perderlo por nada del mundo.
    La oscuridad puede ser a veces la mejor las iluminaciones...
    Un Besito...Me alegro enormemente de que sonrías...Me la debías =P

    ¡Muacks!

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  4. Hay que disfrutar el momento presente. Al fin y al cabo, nadie sabe lo que sucederá mañana... Aprovecha ahora... :)

    Un beso

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  5. Jo.. ¿te acuerdas de todo lo que te he dicho durante todo el tiempo que llevo por aquí?... ¿sí?..
    Pues... LO RETIRO!!!

    Carpe diem..

    Eso sí.. dile de mi parte que como vuelva a las andadas lo vuelvo a decir!!!! ;)

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  6. Acabo de descubrirte!
    Tengo que leer tus entradas antiguas para conocerte un poco más, pero te aseguro que seguiré por aquí. Me gusta mucho como escribes, me dejas con ganas de más.
    Un beso.

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  7. Cuando siente que puede perder lo que tenía, entonces lo valora, claro. No te aconsejo (bueno...) que entres en ese juego, pero la verdad es que a veces sí que es recomendable. Las abuelas decían que en el amor hay que dar una de cal y otra de arena, y puede que acierten.
    ¡Enhorabuena!

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