lunes, 8 de agosto de 2011

Dura por fuera y blanda por dentro ¿Qué es?

Y como cantaba Julio Iglesias, la vida sigue igual.
No aprendo que unas pocas palabras, por muy a tiempo que hayan sido dichas, no cambian nada.
Me levanto con un silencio, después de unas pocas gotas de amor. Agua para el sediento, comida para el hambriento, abrigo para el que pasa frío, un corazón para otro corazón, pero sólo para hoy y nada para mañana.
Siendo una niña, en el colegio teníamos una asignatura que se llamaba Labores, sí, soy así de antigua, tanto que nos enseñaban a hacer punto de cruz, ganchillo y vainica. He de decir que es la única asignatura que he suspendido, no soy habilidosa. Aun así, el ganchillo no se me daba mal. Tenía por entonces una amiga y compañera de clase, que de toda la vida ha sido mas espabilada que yo pero también menos aplicada. Había que presentar todo un muestrario de nuestras labores de ganchillo, y ella, no lo había hecho, y yo, se lo hice enterito. Pasado un tiempo, no recuerdo muy bien que es lo que quería de ella, le recordé que me debía un favor y le dije "te hice las muestras", a lo que respondió "no haberlas hecho".
Debí aprender ese día a no esperar nada a cambio de lo que haga, a cambio de lo que dé. No pido nada, eso si aprendí a hacerlo. Pero sigo esperando siempre un premio, por pequeño que sea, algo, una muestra de reconocimiento, un... te lo mereces por todo lo que haces por mi, por todo lo que me das.
Quizá por eso esos premios vuestros, sin haber hecho nada para merecerlos, me han sabido tan bien. Porque me paso los días mereciéndome muchos premios, ganándolos a pulso, diciendo tantas y tantas veces... no te preocupes no pasa nada, otra vez será, estoy bien... haciendo mil piruetas para mantener el equilibrio de lo que me rodea, tratando de que todo el mundo esté mejor que bien, que se sientan importantes. Y es como si todos se mereciesen con creces mi esfuerzo, como si yo estuviese aquí justamente para eso, para ellos, para todos. Nadie ve nunca esas lágrimas, nadie sabe nunca como de verdad me siento, nadie me ve, porque nadie me mira. Nadie sabe si algo me duele, si se me enfría el alma de soledad, o si me sangra el corazón de amar, nadie se detiene conmigo el tiempo suficiente.
Soy tan humana como el que más, y quiero las mismas cosas que los demás, las mismas que tú.
Deja de mirarme por fuera, y por favor, mira lo que hay dentro.
No soy fuerte, sólo resistente, por fuera una roca, pero hasta las más duras se desmoronan con el tiempo. Y sentir que no le importas a nadie, es un martillo golpeando sin cesar esa roca.



4 comentarios:

  1. A veces hay que gritar, pedir, despotricar, y entonces los que están a tu alrededor y se apoyan en ti tan cómodamente se sorprenden y te ven... pero no sé si merece la pena, quisiéramos que nos vieran sin pedirlo, ¿verdad? No te voy a decir que dejes de prestar tu hombro a los que lo necesitan porque después llegará el momento en que también estén ahí, de pronto lo descubrirás, unos sí, otros no, será el momento de saber quién lo merecía. Pero quizá debes dejar de decir "no importa, lo comprendo todo" porque al final se lo creen y no buscan más dentro de ti. Y te lo digo por experiencia propia, por eso siempre me he sentido tan identificada contigo, desde que entré en tu blog. Llora y grita cuando lo necesites, y si se alejan... deja que lo hagan. Será que no estaban más que por lo que tú dabas, y a esos enemigos, puente de plata.
    Aquí sí tienes quien te escuche y lo sabes, eso es importante, querida pequeña Jo.
    Muchos, muchos besos y manos tendidas para ti siempre que las necesites y cuando no, también.

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  2. Estoy de acuerdo con Jana, en todo lo que ha dicho. Y es verdad que nadie te ve, nadie sabe como te sientes, ni te mira, si te duele o no te duele , pero si que te leen, en este caso te leemos y sabemos que lo que expresas, si es con dolor, alegría, tristeza, etc. Se que no es lo mismo, pero se puede comprender a la otra persona, de como esta.
    Mucho animo y muchos besos ,cuidate.

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  3. Tú...Yo y creo que más de algunas y algunos nos sentimos así (me refiero al título).La verdad sea dicha, es que nada más leerlo, creo que haces referencia a ti misma.

    Estoy con Jana. Aquí te escuchamos, aquí estamos, si no, tu pequeño(gran)rincón no se vería envuelto en regalos que queremos darte en forma de premio, porque verdaderamente te lo mereces y a veces nos cuesta tanto, tanto asumir que hacemos algo bien o que nos merecemos algún tipo de compensación (aunque mentalmente en algún resquicio esté ese pensamiento), por hacer algo que , hacemos porque nos sale.
    Las manos como dice Jana, están tendidas hacia a ti.
    La tristeza, el dolor e incluso gritar a vocajarro siempre es mejor compartirlo, las penas entre amigos y compañeros se suelen llevar mucho mejor.
    Prioriza... Hay personas que no se merecen nada de ti, ni siquiera, algo tan valioso, como tus lagrimas.
    Besos guapa.

    Aquí estamos nosotras alrededor de tu pequeño muro, para hacerte compañía...
    Me debes una sonrisa xD

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  4. Eso que dices aquí, empieza a abrirlo en tus afueras más cotidianas. Abre. Cuenta. Di. Suelta. Para qué queremos un disfraz que no nos sienta bien?

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