domingo, 18 de septiembre de 2011

El momento de la verdad.

Quiere que perdone sus ausencias.
Todos tenéis razón, si no hay futuro, ¿Qué hago aquí?
Conocéis mi versión de los hechos, ni siquiera yo conozco del todo su versión, es más reservado con algunas cosas de lo que puede parecer, incluso conmigo.
No me dices las cosas por qué no quieres o por qué no sabes como hacerlo, eso suelo preguntarle alguna que otra vez. Las dos cosas, contesta él.
Y él, ¿Qué hace él aquí?
Me habéis oído, o mejor dicho leído, decir que lo tiene todo sin mi, y creedme, cuando digo todo, es todo. Podría haberse deshecho de mí, tenía motivos que yo entendía y entiendo de sobra. Al igual que no le causo problemas ahora, no lo hubiera hecho llegado ese caso, y él lo sabe. Es posible que yo hubiera estado triste, llorado, desesperado, pero también estoy segura de que se me habría pasado con el tiempo. Podría no verlo más, bastaría con evitar esos amaneceres y las fiestas señaladas con los compañeros, podríamos salir el uno de la vida del otro, y él, tenía motivos sobrados para hacerlo, para salir de la mía y dedicarse exclusivamente a la suya.
¿Por qué no lo hizo? ¿Por qué no lo hace?
Porque me quiere, estaréis pensando, y sí, así es, me quiere, pero... ¿Tanto? ¿Tanto como para arriesgar esa vida perfecta suya?
En estos días me he sentido...fatal, esa es la palabra. Con ganas de ser yo quién lo libere de mi carga. Es feliz y se lo noto, feliz sin mí.
Un día dije que llegaría el momento de hacerle una pregunta, y que después debería ser consecuente con lo que me respondiese .
El momento se acerca.
No consigo quererlo menos porque no esté, y él, no consigue dejarme, y lo necesita, necesita librarse de mi. Puede que tenga miedo de herirme, de hacerme daño, y no se da cuenta de que es así como me mata, quedándose y dándome tan sólo lo que... ¿sobra?,
Tendrá que aprender a contestar a mi pregunta, dejar de callar.
Hay un momento que nadie puede evitar, y es el de decidir, el de elegir, el momento de la verdad.
Después, todo acabará.

3 comentarios:

  1. Si realmente es así, Jo, debes saber que hay que arrancar el hierro de la herida de un tirón, poco a poco duele mucho más. Ojalá yo lo hubiera hecho así, cuando me decidí todo quedó atrás y el alivio fue patente, pero tardé mucho en tomar la decisión, y cada vez que la posponía era un alivio... y después... un dolor que nunca curaba.
    En tus manos está, no en las suyas. Sólo tú puedes ser tu propia dueña.
    Mil besos y mil ánimos para ti.

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  2. La verdad es que esto es cómo todo. Yo la verdad es que pienso que en algunas cosas no se puede estar eternamente a verlas venir, es normal que en determinadas ocasiones bueno, se empiece algo un poco a tientas, pero con el paso del tiempo se va definiendo un poco más, y más... No que siempre este en el mismo punto y tú...con la misma incertidumbre. Creo, que no se trata liberar a una persona de ti misma en este caso, puesto que si esa persona quisiera ser "libre" de ti en este caso...No tendría más que decirlo, no creo que sea por no hacerte daño, puesto que no le pones ninguna pistola en la cabeza para que en determinados momentos esté junto a ti...
    Es él quién elige esto...Y creo que sus motivos tendrás, al igual que también tú tendrás los tuyos como bien nos has hecho saber a veces, para saber qué decisión tomar, después de lo que te conteste...Aquí estoy =P

    ¡Besitos cargados de ánimos y energía!.

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  3. Como dice Dawa, nadie le pone una pistola para estar contigo y diras que lo tiene todo, yo no creo que lo tenga todo, algo le falta... creo que es seguridad en si mismo, no sabe ni lo que quiere y todo no se puede, os en una cosa o es otra. Nada ponle las cosas claras, pero que deje de marear la perdiz.
    Mucho ánimo y pa' lante como los de alicante.

    Besukosss

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